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Vilma Espín, una revolucionaria de todas las épocas
Publicado 7 abril 2020



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Homenaje a Vilma: Les presentamos testimonios de dos revolucionarias cubanas: Mariela Castro Espin y Teresa Amarelle Boué.

Vilma Espin Guillois nacía un 7 de abril de 1930 en Santiago de Cuba. Clandestina con su nombre, Deborah, guerrillera en la Sierra Maestra y   protagonista indiscutible de la Revolución hasta el final de su vida fìsica. Presidió la Federación de Mujeres Cubanas eternamente, como dicen las federadas. Las batallas de Vilma por los derechos de las mujeres y la infancia fueron fundamentales para conseguir los plenos derechos de las mujeres en la nueva sociedad revolucionaria. Creó los Círculos infantiles, implementó la educación sexual integral en las escuelas, y el código de familia para proteger a la infancia. También se preocupó por la mejora de la alimentación. Referenta feminista ante los movimientos de mujeres en Nuestraamérica y el mundo. Recordar a Vilma es seguir luchando por todas las reivindicaciones que nos quedan por conseguir a las mujeres, no sólo en Cuba, sino en el resto de los territorios. Vilma nos pone en un espejo de una vida dedicada a que las relaciones humanas sean igualitarias y afectuosas, un mundo de solidaridad y entrega. 

Homenaje a Vilma: Les presentamos testimonios de dos revolucionarias cubanas: Mariela Castro Espin y Teresa Amarelle Boué.

Mariela Castro Espín, es psicóloga, dirige el CENESEX (Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba) y es la hija de Vilma Espín.

-Vilma simboliza todas las luchadoras de Cuba ¿Cómo podrías resumir su legado en ti, en la Revolución y el mundo ?

-Bueno, mi mamá, ha sido un ejemplo de ser humano para mí, un ejemplo de mujer. Yo encontré en ella un montón de virtudes, también defectos; todas las niñas somos críticas con las mamás y los papás, pero siempre que me pongo a pensar y en la medida que el tiempo pasa comprendo y veo con más claridad muchas virtudes de mi mamá, como mujer, incluso como esposa en tiempos tan difíciles, como hija, como hermana, como madre y como una luchadora social.
Además, también su vocación científica, era una enamorada de la química, de la ciencia; tenía un sentido de mucha claridad como una gran mediadora, mi mamá era una excelente mediadora. Siempre yo me he sentido muy narcisizada por los mensajes que yo he recibido de muchas personas en el mundo sobre mi mamá, que me han contado anécdotas increíbles, muy lindas, de mi mamá en todas las etapas de su vida. Amigas de la infancia, amigas de la juventud, amigas del proceso insurreccional, amigas de los procesos estos de lucha por el derecho de las mujeres en las distintas etapas de la Revolución.

He escuchado una cantidad de anécdotas tan interesantes, de respeto, de cariño; me han contado cosas tan bonitas. Muchas cosas incluso yo no las viví directamente, que fueron las vivencias de esas personas, yo tuve otras y son tan interesantes, me hablan mucho de esa cosa multifacética que tenía mi mamá y esa dulzura, esa sensibilidad y esa vocación que ella tenía por ayudar a las personas. Por ayudarlas en las cosas a veces más sencillas, cuando tenía problemas con su pareja, cuando tenía problemas en la familia, o en el trabajo, o en muchas situaciones.

Yo me acuerdo de Fanny Edelman, (1), que eran tan amigas ellas. Yo la quería mucho a Fanny y la admiraba mucho en toda su historia, su capacidad, en situaciones tan difíciles, cómo ella tenía una capacidad increíble de estar en la tarea, y además de cambiar también su manera de actuar. Además las historias que vivió interesantes Fanny, estuvo incluso en la guerra civil española, en el batallón internacionalista y entonces oí la historia de quienes la vivieron. Para mí siempre fue interesante, escucharles las historias a ellas a mí me gustaba. Fanny me hablaba del papel importante que jugó mi mamá como vicepresidenta de la Federación Democrática Internacional de Mujeres. Fanny quería llevarse a mi mamá como presidenta y que ella respondía: «yo tengo que estar en Cuba con Raúl, con mi familia y con la Revolución Cubana, aquí yo tengo muchas tareas, no puedo irme», porque hubiera tenido que trasladarse a Berlín.

Muchas mujeres la buscaban como aliada, en todo el trabajo internacional. Me acuerdo que una vez, un 8 de marzo, yo di una conferencia en el Aula Magna de la Universidad de Santo Domingo y había varias mujeres y ellas hicieron sus discursos también y cuando terminaron y supieron que era hija de mi mamá, «¡ay Vilma!» se emocionaban. Alli empezaron a contarme anécdotas tan lindas y me decían: “nosotras creamos la organización de mujeres con ayuda de Vilma y ella nos dio los estatutos de la Federación de Mujeres Cubanas y nosotros sólo le cambiamos el nombre del país, ella nos dijo, tómenla, úsenla”, o sea, con todo desprendimiento, regalando un esfuerzo grande que ellas habían hecho en construir una plataforma que después, por supuesto, se fue desarrollando en este país. Pero muchas mujeres de la India, de África, de países africanos, de América Latina que me contaron anécdotas muy bonitas.

También en Cuba, en distintos lugares del país, en los que menos te imaginas, alguien se me acerca siempre y me cuenta una anécdota. Eso es muy bonito, porque te da una dimensión mucho más amplia de lo que tú recibiste directamente como hija en determinados contextos y sinceramente me siento muy afortunada, me siento realmente muy afortunada de haber tenido una mamá como mi mamá.

Teresa Amarelle Boué: historiadora, Secretaria General del Comité Nacional de la FMC. Miembro del Consejo de Estado de la República de Cuba desde el 19 de abril de 2018

-Vilma Espín vuestra eterna presidenta como le decis las federadas vuelve en este natalicio a traernos su vida como una inspiración para todas las mujeres que luchamos por nuestros derechos en Cuba y en el mundo tambien porque Vilma es universal ¿qué aspectos destacarías de su legado?

-Primero un antecedente, fueron las mujeres, (por eso en nuestro país la vocación de unidad es tan fuerte y está fundamentada en la propia historia del país), las que se acercaron a Vilma, porque Vilma siempre resultó ser una extraordinaria líder, para decirle, mujeres organizadas en varias organizaciones: “Vilma, hace falta crear una organización de mujeres para poder participar de la obra de la Revolución”, y Vilma se lo plantea al Comandante en Jefe que le contesta: “claro Vilma, eso es lo más revolucionario que yo he escuchado, vamos a crear la organización de mujeres”. Empezaron desde ese propio año 59 a organizar lo que nosotros le decimos Delegación, que es nuestra organización de base, es donde están nuestras mujeres y nosotros les decimos nuestras federadas.

A partir de ahí comenzó todo un proceso de organización con un activismo extraordinario, Se crea la Federación de Mujeres Cubanas el 23 de agosto de 1960, pero es una fecha fundacional, porque ya existía en nuestras bases, en nuestras comunidades ya habían delegaciones que estaban funcionando.
En toda la obra de la Revolución está el legado de Vilma, está desde los sentimientos de mujeres y hombres, está en la Constitución, está en el Código de Familia, está en la educación cubana, está en los derechos sexuales y reproductivos que tenemos las mujeres. Fueron años muy laboriosos con Vilma y todas esas mujeres que en aquellos primeros años trabajaban en la Federación y en todo el país. Vilma pensó en los Círculos Infantiles como una medida para promover la incorporación de las mujeres al empleo, que fue de las primeras tareas.

Y sin embargo, no fue la creación de los círculos infantiles, la creación de una guardería, de un lugar para cuidar niños y que las mujeres pudieran incorporarse, no, no, fue toda una concepción. Además se hizo antes una investigación, un estudio, para corroborar la efectividad que pudieran tener esos círculos infantiles y desde su propio comienzo, se comenzó a introducir la educación no sexista, los juegos de roles. Es decir, que fue una concepción mucho más allá de lo que se conocía hasta ese momento como la guardería o un lugar donde usted iba, dejaba sus niños y después los recogía. No, no, fue con una concepción de una educación integral. Por tanto, ese es un legado que no podemos perder.

Además, la incorporación también de los hombres. La Federación de Mujeres Cubanas es una organización que es inclusiva, que es heterogénea. Nosotras no tenemos una organización para mujeres blancas o para mujeres negras, o para mujeres científicas o para mujeres de la zona rural. Somos una sola organización, es decir, que eso es expresión de unidad de la Revolución, donde se tiene en cuenta todos los intereses de las mujeres cubanas.
Por tanto, ahí también está la obra de Vilma, incorporar a los hombres, la propia ley o el Decreto Ley de la Maternidad de la Mujer Trabajadora, que en el 2003 incorporó la participación de los padres, porque se consideró que era discriminar a los hombres, a los padres, de la educación de los hijos e hijas y se incorporaron. Por supuesto, que esto requiere todo un trabajo de sensibilización, de educación, de intercambiar mucho con la familia para ir eliminando poco a poco esos estereotipos, esos tabúes culturales que todavía existen, pero es un proceso de transformación.

La Cuba de hoy para nada se parece, en materia de igualdad de género, a la Cuba de cuando surge la Federación de Mujeres Cubanas, porque en la medida en que la Revolución fue profundizando en sus contenidos, la Federación también fue creciendo y fue aportando, fue incorporando, no todo lo que hoy hemos logrado fue así desde los primeros años, ha sido todo un proceso de transformación.

Entonces Vilma está presente en todo, Vilma está presente en la industria alimentaria, esa visión que tuvo de darse cuenta que había que producir, por ejemplo, compotas en Cuba, con las frutas tropicales, con las frutas de Cuba y eso fue un trabajo que ella también incorporó. Con la soya, por ejemplo, que es algo que escuchamos mucho en los últimos tiempos pero ya desde aquellos años Vilma incursionó en eso. Siempre al tanto de los intereses, de las preocupaciones de las personas y la infancia. Vilma hizo aportes también junto con la Federación de Mujeres Cubanas, al Código Penal en Cuba.
En cualquiera de las tareas que la Federación enfrenta hoy es necesario volver y estudiar todo su pensamiento y toda su obra, su vida práctica y en la cotidianidad es permanente el pensamiento de Vilma.

(1) Fanny Edelman, ​fue una política argentina que participó como voluntaria en las Brigadas Internacionales en defensa de la Segunda República Española. Fue presidenta del Partido 


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