Estos son los principales desafíos sanitarios que enfrenta el mundo este 2019 según la Organización Mundial de la Salud.
¿Sabes cuáles son las diez principales y enfermedades que amenazan la salud de la humanidad este 2019, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)?
Según esa intitución los problemas de la siguiente lista afectan al 22 por ciento de la población y deben ser abordados con carácter de urgencia por los Estados del mundo.
Los sistemas de vacunación decadentes, la falta de planes y campañas estratégicas de los Gobiernos, sumados a la negatividad de las personas para recibir los anticuerpos, causa la muerte de más de 3 millones de personas en el mundo anualmente.
La OMS destacó que los avances en el diagnóstico de la enfermedad han tenido alcances increíbles, entre los que destacan la detección y tratamiento temprano de unas 22 millones de personas (seropositivos), quienes tienen acceso a los antirretrovirales.
De los 70 millones de contagiados, más de la mitad (37 millones) son enfermos en situación de pobreza extrema, pertenecen a comunidades marginales o están presos. Como consecuencia, un millón de personas mueren cada año en el mundo.
La resistencia de la población a los medicamentos dificulta la erradicación de las infecciones (pulmonía, la tuberculosis, la gonorrea o la salmonelosis), generando otras enfermedades complicadas que dificultan tratamiento.
Actualmente las personas han desarrollado una resistencia a los antipatógenos (medicinas), debido al exceso de antimicrobianos presentes en el ambiente y en los animales de consumo.
El 22 por ciento de la población está expuesta a condiciones de vidas extremas tras la persistencia de conflictos armados que obligan a los desplazamientos forzados, hambrunas y crisis generales.
Asimismo, los fenómenos climáticos naturales como la sequía, el cambios de temperaturas, lluvias continuas, todos consecuencias del calentamiento global. Además, la contaminación de las aguas, el aire, entre otros agudizan el panorama.
El 90 por ciento de los países del primer mundo, así como las naciones en desarrollo emiten gases contaminantes, producto de la actividad industrial, agrícola, y la quema de combustible, lo que causa siete millones de muertes prematuras al año.
Nueve de cada diez personas en el mundo respira aire contaminado, exponiéndose a enfermedades respiratorias, insolación y otros padecimientos. La OMS estima que de no atender la situación 250.000 personas alrededor del mundo morirán en 2030.
El brote de ébola que afectó en los últimos años a naciones como y la Haití, África y la República Democrática del Congo (RDC) cobraron la vida de más de un millón de personas. Además, los agentes patógenos del ambiente generados por el brote de los virus, desatan otros epidemias.
La OMS desarrolló un plan de cinco años para tratar está problemática de salud, priorizando está enfermedad viral, que amenaza en su mayoría a las zonas en conflicto.
El monitoreo de la OMS sobre la cepa gripal prevé que el mundo enfrente una segunda pandemia por gripe o influenza, debido al deterioro de las defensas del ser humano, así como el sistema precario de atención para prevenir y controlar este tipo de padecimientos.
Ante esto, el organismo recomienda a los 140 países del mundo que forman parte del estudio, continuar programas de vacunación.
Muchos centros médicos del mundo no cuentan con servicios de emergencia inmediatos, así como con los recursos sanitarios necesarios para ofrecer atención primaria. Además, los servicios de salud pública son casi inexistente en la mayoría de las naciones.
El 40 por ciento de la población está expuesta a contagiarse de dengue este año, por la falta de vacunación y los cambios climáticos como las lluvias que generan el empozamiento del agua.
La vacunación y las labores de prevención básicas evitarían la muerte de más de 2 millones de personas en el mundo relacionadas al contagio del dengue. En tanto, unas 390 millones de personas se contagian al año, pese a que la situación es prevenible.
El 70 por ciento de las causas de muerte en todo el planeta son por causa de las enfermedades crónicas no transmisibles. En cifras, se estima que 40 millones de personas fallecen por estás enfermedades cada año.
Estas muertes son prematuras, prevenibles y tienen relación con el consumo directo de tabaco, alcohol, la mala alimentación, y los malos hábitos heredados.