Los palestinos reclaman que Israel ponga fin al fomento de los asentamientos para realizar conversaciones de paz.
El Gobierno del presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, dio ayer lunes un giro radical en su política exterior al anunciar que dejaba de considerar ilegales los asentamientos judíos en Palestina ocupada.
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Desde tiempos de la administración de James Carter, en 1978, EE.UU. consideraba los asentamientos civiles de Israel en Cisjordania como incompatibles con el derecho internacional.
El Gobierno de Barack Obama, a finales de 2016, fue más allá y se abstuvo de ejercer su derecho al veto en un histórica resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), que instó a Israel a terminar con los asentamientos en los territorios palestinos ocupados.
Israeli settlements in occupied territory are illegal. This is clear from international law and multiple United Nations resolutions. Once again, Mr. Trump is isolating the United States and undermining diplomacy by pandering to his extremist base. https://t.co/Vz5NNpKIVB
— Bernie Sanders (@SenSanders) November 18, 2019
La Convención de Ginebra prohíbe que una nación ocupante traspase su población a un territorio ocupado.
Esta es la razón por la cual, las autoridades palestinas y la comunidad internacional afirman que los asentamientos son ilegales.
En la Guerra de los Seis Días, en 1967, Israel ocupó tierras palestinas en Cisjordania y Jerusalén Oriental, así como se apropió de los Altos del Golán, pertenecientes a Siria.
A partir de entonces el Gobierno judío ha fomentado la creación de asentamientos urbanos en esos puntos, dando incentivos fiscales y de otro tipo a sus ciudadanos para que se trasladen a vivir a esos lugares.
Según cifras recientes, existen alrededor de 140 asentamientos habitados por más de 600 mil israelíes en tierras ocupadas de Cisjordania y Jerusalén Oriental.
La Autoridad Nacional Palestina denunció que la nueva postura del Gobierno de Trump va “completamente contra el derecho internacional”, porque afecta territorios que formarían parte de un futuro Estado palestino.
Sin embargo, Israel, que considera a Jerusalén como su capital eterna e indivisible, anexó Jerusalén Oriental a su territorio en 1980, por lo que rechaza que en ese territorio ocupado existan “asentamientos”.
Ante el fomento de los asentamientos por parte del Gobierno judío, los palestinos han reclamado como una precondición para iniciar conversaciones de paz que Israel suspenda esa política, debido a que esas colonias en tierras palestinas dificultan la creación de un Estado palestino.