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Los sindicatos franceses criticaron lo que consideran una actitud de provocación del Gobierno por seguir sin escuchar el rechazo a su proyecto de reforma de las pensiones.
Miles de trabajadores salieron este sábado a las calles en una nueva ronda de protestas contra el plan de reforma de pensiones del Gobierno de Francia, mientras continúan los paros el algunos sectores, en particular, refinerías, transporte público y recolección de basura.
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Por séptima vez en menos de dos meses, París y varias ciudades francesas son el escenario de marchas contra la reforma de las pensiones del Gobierno, empeñado en sacar adelante en el Senado un texto que, argumentan desde el Elíseo, respalda la mayoría de la población.
Francia tuvo una semana ajetreada con paros y protestas en todo el país los días 7, 8 y 9 de marzo, con miles de personas que se opusieron al plan propuesto, que provocó indignación poco después de que se anunciara el año pasado.
A #SaintBrieuc, le cortège s’élance vers Langueux pour cette manifestation du 11 mars contre la réforme des retraites. Beaucoup moins de monde que lors des dernières manifs #11mars #Retraites pic.twitter.com/jYy17HUUTT
— Ouest-France 22 (@OuestFrance22) March 11, 2023
La inteligencia francesa espera entre 800.000 y un millón de manifestantes el sábado, según la emisora local BFMTV.
Se espera que solo París albergue hasta 100.000 manifestantes, agregó la misma fuente.
La primera manifestación inició a las 10H30 hora local en Estrasburgo, mientras en París, la marcha comenzará a partir de las 14H00 horas en la Plaza de la República a través de Beaumarchais, Daumesnil y Diderot antes de llegar a la Plaza de la Nación.
A la misma hora se espera también el inicio de las movilizaciones en Marsella, Orleans, Montpellier, Lille y Burdeos.
El pulso social está marcado por las grandes movilizaciones del 19 y 31 de enero, del 7, 11 y 16 de febrero y del martes de esta semana, mientras el parlamentario refleja panoramas diferentes en la Asamblea Nacional y el Senado
En medio de protestas, el Senado debatió el proyecto de ley y el miércoles por la noche votó 201 a 115 a favor del punto más controvertido: el artículo 7 que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030.
Los sindicatos también pidieron este martes ser "recibidos con urgencia" por el presidente Emmanuel Macron, pero el líder francés rechazó abiertamente la demanda en una carta, pero dijo que no subestima el descontento de la gente.
El presidente invitó a los sindicatos a respetar el proceso parlamentario.
Los planes ampliamente objetados incluyen elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años en 2030 y exigir al menos 43 años de trabajo para tener derecho a una pensión completa.
